Oído

El dolor de oído se puede producir en muchos casos, sobre todo en niños, por la acumulación de líquido en el oído medio y por la presión que este líquido ejerce sobre el tímpano y otras estructuras circundantes que son muy sensibles. El oído medio es la cavidad que está situada entre el tímpano y el oído interno. Tiene un conducto de drenaje estrecho y corto, llamado trompa de Eustaquio, hacia las cavidades nasales. Cuando por causa de un resfriado o de una infección bacteriana se produce la obstrucción de la trompa de Eustaquio debido a un edema, se impide el drenaje normal de líquido desde el oído medio hacia el exterior y el líquido se acumula provocando una otitis debido a la mala ventilación, con dolor y pérdida de la audición.

La piel del conducto auditivo externo tiene unas glándulas que fabrican cera. La función de la cera es de defensa del tímpano frente a la agresión de partículas externas. Normalmente la cera cumple su cometido y se desplaza hacia las zonas más externas donde puede limpiarse cómodamente. Si esto no es así puede llegar a formar un taponamiento en el conducto auditivo. Si esto se produjera, es su médico la persona indicada para extraer el tapón. Tratar de sacar la cera mediante objetos tales como bastoncillos, horquillas, etc… es perjudicial y provoca que la cera se desplace hacia zonas más profundas empeorando el tapón o provocando lesiones o infecciones. Hay personas que tienen tendencia a acumular el cerumen en el interior debido a una mayor producción o a un conducto auditivo estrecho y sinuoso. Esta patología genera sensación de oído tapado (hipoacusia) a la vez que molestia y pesadez en la zona del oído. Las causas más comunes que agravan esta patología son los bastoncillos de algodón, por lo que se desaconseja su uso, ya que favorecen la acumulación excesiva de cera y se pueden dañar estructuras importantes para la audición. Por eso es necesario dejar que el otorrino especialista trate esta patología.

Es el resultado de la mala ventilación del oído medio, con lo que aparece presión negativa o acumulación de líquido seroso si persiste mucho tiempo. Se debe a que la Trompa de Eustaquio, que comunica el oído con la parte posterior de la nariz, no funciona o lo hace de manera deficiente. Así no consigue equiparar la presión existente dentro del oído medio con la presión en el exterior. En los casos más leves se manifiesta con una sensación de presión, dolor, o pérdida de audición de mayor o menor duración, que coincide con vuelos, inmersiones (buceo), subidas a la montaña o catarros nasales.

Es un crecimiento de piel del conducto dentro del oído medio, que puede deberse a repetidas infecciones. Puede llegar a formar un quiste que dañe los huesos del oído. Su evolución puede provocar pérdida auditiva, mareos o incluso parálisis facial. Si el colesteatoma no se trata a tiempo puede provocar sordera o infecciones graves en áreas cercanas, como meningitis. Si se coge en un periodo temprano su tratamiento puede consistir simplemente en lavados y limpieza de la cavidad y tratamientos con antibióticos. Para casos más avanzados, la mejor solución es la cirugía, que no debe demorarse para evitar posibles complicaciones. El colesteatoma es un cúmulo de piel del conducto. Su descamación (piel muerta) en el interior del oído medio en el que hay mucosa, puede alcanzar la mastoides e incluso el oído interno y la cavidad craneal. La piel se introduce en el oído medio por una retracción de la membrana timpánica o a través de una perforación del tímpano. Los colesteatomas no son propiamente tumores pero se comportan como si lo fueran porque aumentan de tamaño con el tiempo, tumores benignos que ocasionan problemas de espacio. Su aumento de tamaño se produce por acumularse capas de descamación de la piel que no pueden expulsarse al exterior.

La otitis media es una inflamación del oído medio provocada por una infección. Puede provocar dolor intenso y pérdida auditiva. Si se trata a tiempo, debe desaparecer la inflamación y la pérdida auditiva en pocos días. Sin embargo, si no se coge a tiempo puedo provocar una extensión de la infección a estructuras cercanas y pérdida permanente de audición. Si se hace crónica puede requerir tratamiento quirúrgico, que dependiendo de la gravedad alcanzada, puede ser una miringoplastia o en casos más avanzados una timpanoplastia.

La otosclerosis es una enfermedad, frecuentemente hereditaria que provoca una pérdida progresiva de la audición. Casi siempre afecta a los dos oídos. Se suele tratar mediante una estapedectomía, intervención quirúrgica, de corta duración y con tiempo de ingreso en clínica normalmente inferior a un día. La otosclerosis es la causa más frecuente de pérdida de audición hereditaria en personas jóvenes. Habitualmente los pacientes tienen ruido en el oído (acúfenos o tinnitus) que aparecen en algún momento de la evolución de la enfermedad. Algunos pacientes pueden notar mareos más o menos severos que pueden llegar a producir la sensación de rotación (vértigo), náuseas y vómitos.